lunes, 26 de septiembre de 2011

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Mario Benedetti

viernes, 23 de septiembre de 2011

Instinto natural recordado por un extraño

Huele a un aroma floral mezclado con un ambiente cálido que es capaz de hacer saltar los corazones de los jóvenes homenajeados y calentarlos con los rayos del sol que salió por fin a pasear en primavera. Bueno, no. En realidad corre el mismo viento que cala los huesos y el aroma floral proviene de un aromatizante en la combi. Sí, en la combi. Subí a mi nueva travesía rumbo a mi casa y me situé en un asiento de la parte de atrás. Me puse mis lentes para aprovechar a leer una obra, pero era imposible. Era de noche y tenía hambre asi que me di por vencida y guardé mis lentes. Era imposible concentrase si el chofer pasaba de emisora radial cada un minuto y sentía una mirada penetrante de un muchacho que estaba sentado en los asientos para una persona, al frente mio. No soportaba escuchar fragmentos de canciones cada un minuto, me puse los lentes y quise ver que diablos le pasaba al chofer. Llevaba una chaqueta muy apretada, de un material que daba esa sensación de rudeza, parecido al cuero pero no lo era. Su gorra era de color verde fosforecen te, una pésima combinación muy común en los jóvenes que se creen rudos. Tenía sus cabellos parados y mucho gel que daba la sensación que sus cabellos juntos y pegados eran símbolo de dureza. Las canciones pasaban y pasaban. Hasta que me di cuenta que ya varias canciones se estaban repitiendo. Sí, no era la radio. Era un CD. Lo miré a través del espejo que estaba arriba y vi muchas arrugas en su rostro. Entendí entonces que no era tan rudo como pensaba. Que no era un joven que se cree rudo, sino un viejo que se cree joven. Y no cualquier joven, él era un joven rudo. Y que definitivamente esas canciones no eran de su época. Saqué una manzana verde de mi bolso y la mordí con suma paciencia mientras sentía esa mirada penetrante que me controló todo el tiempo que estuve tratando de entender que diablos le pasaba al chofer joven rudo que resultó un viejo joven rudo. Él me miraba de pies a cabezas, lo sé porque a veces regresaba a verlo. No dejaba de morder mi manzana, hasta que decidí tan solo mirar hacia la ventana. Estaba sola en un asiento de dos, muy arrimada hacia la ventana y el reflejo de la luna empañada por el maldito clima "primaveral" no primaveral daba de frente con la imagen de esta persona mirándome. Sentí una presencia muy cercana a mi sitio. Efectivamente se había sentado a mi costado. No quería voltear a mirarlo, en ese momento se me vino a la mente una serie de cosas la cual me tenían pensativa y preocupada y esto no me hacía sentir la presencia de este extraño. No dudo en hablarme, sentí mucha seguridad. Me preguntó si tenía hora y seguí mordiendo mi manzana. Me dijo si podía preguntarme mi nombre y segui comiendo mi manzana. Me dijo si podia decirme su nombre y seguí comiendo mi manzana. No dejaba de comer mi manzana, y ahora los pedazos eran mucho más pequeños para que no se me acabe nunca. Dijo su nombre pero no le presté atención, seguí mirando la ventana hacia un punto fijo... hasta que de nuevo me topé son su reflejo. Es en ese momento que me di cuenta de su presencia todo este momento que yo estaba pensando en otras cosas y me di cuenta que él no podía estar a mi costado si lo podía divisar desde el reflejo hacia el lugar donde estaba sentado inicialmente. Y voltié rápidamente hacia el lugar donde él estaba inicialmente sentado y no estaba. Él ya no estaba y dejó al lado de mi asiento su número telefónico en un papel. Mi manzana, de mordiscos interminables, llegó a terminarse. Antes de bajar al paradero, me lleve ese papel y lo guardé en mi maleta. Llegué a casa con la sensación de que no le presté atención a ese extraño, y me sentí por una extraña razón insatisfecha y despreocupada. Copié el número a mi celular y decidí guardarlo. Mientras ponía los números trataba de recordar su nombre, pero simplemente se me había olvidado. Al momento de querer guardar su número, me encuentro con un problema. No lo pude guardar. Ese número ya estaba en mi lista de contactos. Ese número estaba con el nombre de "Yo". ¿Qué? Mi corazón salto sin necesidad que sea un ambiente cálido primaveral, y me persiné. Fue un instinto natural, hace mucho no lo hacía. Me persiné y después de mucho tiempo rezé con un sentimiento de miedo por dentro... un extraño me hizo recordar la presencia de el instinto natural que siempre está presente.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

“En los ojos que son las ventanas del alma siempre hay un poco de timidez. En la locura, aunque no se haga lo que dicta la razón, aún queda un poco de sensatez. En las heridas curadas con el tiempo aún hay un poco de dolor .En lo más recóndito de un corazón dañado todavía queda una milésima de amor”

martes, 13 de septiembre de 2011

Jugar a prohibido

Nunca tuve miedo a jugar sobre lo inseguro, arriesgar lo último que quedaba por apostar, a jugar sobre lo ilegal. Hasta que apareció lo prohibido. Jugar a prohibido. Es quemarse los dedos dos veces intentando apagar la llama ... cuando la flama incandescente va creciendo y quema cada centímetro de tu piel, tocando lentamente tu cuerpo, quemando con furor tus células e invade tu ser. Hasta quemar lo más débil, lo más torpe: el corazón. Y hacer lo prohibido es la mezcla de todos los sufrimientos del hombre junto. Las deudas se pagan, la pena de cárcel se paga. Los errores se pagan, lo prohibido no se paga. No se apaga. Me consume.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Don't stop to dance

¡Que placer volver a verte!. Estarás con tu mirada dulce tratando de entender la nubelosa que te da esa forma especial que solo yo puedo ver. Sin necesidad de buscarme, te daré alivio cuando te agotes de tanto bailar con las estrellas y seguir la luna en un espacio sideral que solo algunos forman parte de él. Y quizá en algún momento te canses de bailar... pero combinarás ese cansancio con otro particular. Y solo yo sé que tu amor está agotado, en un reloj de arena ya los años dieron vuelta y las arenas se juntaron grano por grano. Vamos en busca de la felicidad, te daré días increíbles para situaciones difíciles, aunque no recorras el camino de la felicidad conmigo. Vamos en rumbo de la felicidad, yo contigo y tú con ella. Mientras tengas vida, mientras puedas abrir los ojos al amanecer, tienes la estupenda oportunidad de empezar de nuevo. Y volver a empezar no es derrumbar los ladrillos que te costó construir para cimentar tu relación, volver a empezar es volver a ser feliz, fortalecerte, fortalecernos, pararnos firmes con honor y fuerza y seguir bailando bajo la luna, con las estrellas.