lunes, 22 de julio de 2013

Y si callo

A veces desearía... besar una boca sin problema. Sin problemas....
pero solo me enredo en las ramas de un quizá

sobre un árbol cultivado con promesas pasajeras
sobre la tierra paranóica del enigma y un jamás.

A veces desearía... mirar unos ojos sin problema. Sin problemas...
pero solo me venzo por el fruto prohibido del azar
si pudiera borrar el jamás y escribir un quisiera
si pudiera tan solo desear una vez más.
(...)

K.B.

El silencio se volvió traicionero cuando se buscó cualquier oportunidad para romperlo. Llega un momento en tu vida que te das cuenta que no basta con expresar los dilemas atados desde el fondo de tu ser, que a veces las palabras deben ser ocultas en un mensaje entre líneas tan solo para no desencajar con lo metódica que llega - tan solo a veces - a ser la vida. Y es que quedan veces que tan solo debes ser esclava de tus palabras, mas no de tus pensamientos y es el paso clave para determinar qué realmente sientes. A veces desearía no haberme alejado tanto tiempo de lo tangible, no haberme ofuscado en mi propia trampa, mucho menos no haberme acercado cuando necesité ayuda. Siempre quise resolver las cosas a mi manera, seguir atrapada en las líneas verticales de mis hojas de cuaderno y nunca salir de ahí. Es ahora donde me doy cuenta que atrapé por mucho tiempo mi silencio, que no le deje puerta abierta para que se libere, sin embargo, intenté que encuentre la puerta de escape cuando en realidad necesitaba la puerta de la verdad. Hoy entiendo que muchas veces la última palabra es la más dañina, pero no la más importante y no se debe juzgar ningún acto realizado a medias. Yo en silencio actúo por un tiempo, observo callo y no saco mis propias conclusiones... sino me vuelvo una observadora más, siento que por fin dejé de encajar, que simplemente nunca fui un complemento necesario.Realmente no sé cómo deba sentirme, sin embargo solo trato que mi silencio pueda más que mis impulsos... pero nunca más que yo.