martes, 18 de febrero de 2014

Educación y calle: escuela de la vida

Después de un gran lapso de tiempo, me atrevo a entrar a mi blogspot y escribir unas líneas. Esta vez no se trata de poesía, de situaciones conflictivas o de enredos peligrosos. Tampoco de invención cotidiana ni inspiración repentina. Me veo obligada a escribir una pequeña introducción porque he roto vínculo con mi pasión poética para darle paso a otros de mis ideales de conquista, de lo que me impulsa a luchar por un futuro y lo que creo, a manera personal, que es la única vía de solución a muchos problemas del mundo: la educación.

A su vez, también doy paso a una de las grandes escuelas de la vida, la que se abre sin problema ni dificultad ante todo ciudadano, sin importar su nivel socioeconómico, su coeficiente intelectual ni su procedencia. Porque es la única en la que vas a encontrar todos los problemas cotidianos y recien desde ahí podrás plantear las soluciones respectivas: la calle.

Sin más preámbulo, doy paso, analizo, confirmo y apruebo estos dos factores tan complementarios y contradictorios con todos mis comentarios, conclusiones y argumentos aprendidos nada más y nada menos que en la escuela, la gran escuela de la vida.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Prisionera de la libertad ajena

Cuando de pronto viene un rayo de inspiración que dislumbra tus ojos, una conexión desde tu alma hacia el mundo exterior, tan fácil de sentir y -a través de lineas- se trata de explicar. Realmente uno al escribir no expresa nada personal, todo es parte de una fantasía, de una difusa ilusión, de un porvenir incierto.

Hombre de mi inspiración: http://peru21.pe/impresa/enamoramientos-2145260 



Capaz de sentirlo pero difícil de definirlo, así pasa cuando tratas de descifrar qué te quiere decir tu interior. Se manifiesta a través de latidos, de bombardeos internos, de pulsos latentes que se aferran a tu pecho, que te tratan de decir a gritos qué tienes a alguien adentro tuyo, que lo llevas adherido, que no puedes separar de tu ser... 
De pronto, entiendes que debes reintegrarlo en tu vida, que físicamente se encuentra ausente pero conceptualmente aún lleva un significado en tu interior, entonces sigue latiendo, sigue persistente, sigue manteniendo su sitio en el corazón, y sigues buscando razones para que siga latiendo de esa manera, con esa intensidad, con esa locura, con esa fuerza... 
Sin embargo, no encuentras los resultados esperados, investigas sus huellas, tratas de incorporarlo nuevamente en tu vida, y nada funciona. Entonces ¿por qué sigue latiendo? ¿por qué duele tanto? Entras al borde de una crisis enfermiza, cada latido golpea más fuerte tu pecho y retumba tu mente, las dudas afloran y negar algún problema se convierte en la mejor solución. Lo mejor es tenerlo, le mejor es acercarlo, lo mejor para que él siga latiendo adentro es que aún no se vaya, permanezca...
Y lo que no se da cuenta, es que seguirá golpeando, seguirá aferrado porque lo ha enjaulado en su corazón, con rejas que lo aprisionan, lo encarcelan... 
Sigue prisionero, esclavo de una condena ajena... ¿cuándo acabará el castigo? ¿cuándo conocerá la libertad?

sábado, 31 de agosto de 2013

La noche F.L Bernandez

He aquí unos de mis poemas favoritos, el retrato de las sutilezas noctámbulas desatadas en una noche de piedad, de sinceridad pero jamás de perdón.

La noche

Dulce tarea es contemplarte, noche que me has acompañado sin descanso.
Dulce tarea es contemplarte desde la tierra con los ojos desvelados.
¡Por qué razón me da tristeza la muchedumbre silenciosa de tus astros?
¿Cuán es la causa de mi angustia cuando me pierdo entre tus mundos solitarios?
A la deriva por el cielo, son como buques hace tiempo abandonados.
Van empujados por un viento desconocido hacia países ignorados.
Hasta el fulgor meditabundo que los anima es un fulgor desamparado.
Desde la tierra dolorosa presiento a veces su clamor deseperado.
¿Serán como éste aquellos mundos, noche serena que me llevas de la mano?
Al hombre triste le parecen que son felices, porque siempre están lejanos.

Dulce tarea es contemplarte, noche que me has acompañado desde niño.
¡Con qué impaciencia te esperaban aquellos ojos en la plaza de Retiro!
Mi corazón de pocos años era pequeño, pero estaba pensativo.
Aunque la sangre no se viera, posiblemente ya estuviera un poco herido.
Mis compañeros se marchaban cuando agrandabas el lucero vespertino.
Cuando los otros se alejaban yo me quedaba para verte sin testigos.
Me impresionaba tu silencio; tu poderosa inmensidad me daba frío.
Y sin embargo ya te amaba con una mezcla de temor y de cariño.
Acaso el alma presintiera que su dolor y tu dolorno eran distintos.
¿Ya no te acuerdas de mis ojos, de aquellos ojos empañados sin motivo?

Dulce tarea es contemplarte, noche que me hasacompañado desde siempre.
Cuando las penas me agobiaban, tú me teníascompasión y eras más leve.
Con tus estrellas numerosas ibas contando mis heridas indelebles.
Algunas veces alcanzaban, pero eran pocas tus estrellas otras veces.
Yo te bebía con los ojos como la tierra bebe el agua cuando llueve.
Tenía sed de que me hablaras y me dijeras el secreto de la muerte.
Tú sabes bien por qué se vive, tú sabes bien por qué se goza y se padece.
Pero callabas y callabas, siempre encerrada en tu silencio indiferente.
No sé por qué me aprisionabas entre oscurísimas y altísimas paredes.
En La Calera y en tu sombra la voz del río murmuraba dulcemente.

Dulce tarea es contemplarte, noche que me has acompañado en este mundo.
Lo que esperé toda mi vida vino contigo para siempre en un minuto.
Córdoba entera se apagaba con las campanas temblorosas del crepúsculo.
Mi vida tiene desde entonces el corazón de una mujer como refugio.
En esta lucha despiadada con el espacio y con el tiempo estoy seguro.
Ya no me duele haber nacido y estar muriendo bajo el cielo taciturno. 

Porque el amor omnipotente le da sentido verdadero a lo que sufro.
Dios no se olvida de los hombres, aunque parezca muchas veces ciego y mudo.
Eras oscura como siempre, noche que viste el nacimiento de mi júbilo.
Eras oscura como siempre, pero mi amor te iluminó como ninguno.

Dulce tarea es contemplarte, noche que ahora como ayer estás conmigo.
Y mucho más desde que siento que en otro ser he descubierto mi destino.
Un regocijo sin fronteras al obstinado sufrimiento ha sucedido.
¿Cómo no estar lleno de gozo cuando se sabe la razón de haber nacido?
Por primera vez en este mundo sé que se puede ver la dicha y estar vivo.
Dios ha querido libertarme, Dios ha querido rescatarme del olvido.
Dime que sientes lo que siento, noche que vas eternamente al lado mío.
Dime que sabes y comprendes lo que decimos los que amamos y sufrimos.
Dime que ves, dime que escuchas a las mujeres,a los hombres y a los niños.
Y luego cántame tus cantos hasta dejarme poco a poco adormecido.


( Francisco Luis Bernárdez )





miércoles, 21 de agosto de 2013

Entre la cadena del mal

- Hoy debes cumplir un papel muy peculiar
- ¿Cuál? ¿La que deja su felicidad por buscar la del otro?
- Demasiado altruista
- ¿La que mira en silencio sin poder decir nada para que la situación no se tense?
- Demasiado pasiva
- ¿La que finge estar bien aunque por dentro retumban sus paredes?
- Demasiado para toda tu vida. Hoy te toca ser la mala

Se quedó en silencio porque ya estaba demasiado tensa. Esta vez no tenía que dejar su felicidad para que otro la alcance. Esta vez no debía fingir que todo está bien para no crear disturbios. Porque ella ya no era la víctima. Era la mala...

- No sé si pueda, no sé si pueda...
- Es fácil. Solo goza de la felicidad plena de que tus deseos sean consumados

****
La conciencia es nuestra voz interna, capaz de escaparse de nuestro cuerpo para enfrentarnos cara a cara y preguntarnos ¿te llevará a la felicidad? Y efectivamente podemos realizar todo lo que deseamos con tal solo mentalizarlo, de tener un conocimiento interno que nos permita alcanzar y escalar galaxias desconocidas, sin embargo deseables. Pero la felicidad no viene sola... viene acompañada de nefastos, sin embargo importantes, acompañantes que hacen que este mundo sea mejor entre comillas. Aquí viene la ética, los principios básicos para saber que debemos ser felices sin quitarle la felicidad a los demás, sin quitarles los privilegios que requieren para encontrar su bien. Sin embargo, no todos deseamos lo mismo, no lo pensamos ni lo respetamos por eso creamos ambientes bélicos donde el único culpable es esa felicidad: esa felicidad momentánea que ya no te hace propiamente feliz. Siempre políticamente correcta, acostumbrada a lo cuadrangular y a los daños amicales, de pronto te toca representar este papel que tantas veces has escuchado, que tantas veces has analizado, pero nunca pasado. ¿Y qué pasa? ¿que pasa cuando te toca ser la mala?

Nebulosa cruenta cuando ante los ojos de una aglomeración de personas que se enteraron de tu gusto culposo, eres simplemente una mala, de esas malas de telenovelas, ideológica y representativa. Y no dudan de catalogarte en una escala por debajo del promedio de una persona normal, de juzgarte sin piedad y es que tampoco tienen que ponerte en tu posición, ¿o si? Porque tú - en esa situación- hayas pensado en el otro, ellos no tienen porqué pensar en ti. Es ahí donde te das cuenta que tampoco puedes caerle bien a todos y que no todos tienen el derecho de entenderte. Es que todo es tan superficial que entre la delgada línea del ser y el no ser, debes no ser una mala sin  necesariamente ser una buena. ¿Lógico o controversial? Cualquiera que fuese solo puedo acotar una cosa: no se debe juzgar a nadie.

domingo, 11 de agosto de 2013

Precaria huella

Lo conocí en tiempos precarios, 
cuando nadie aún había impactado un par de ojos
con otro par de ojos de mayor efecto visual,
inclusive mayor a los efectos especiales, 
o las luces desprendidas del cielo directamente de los fuegos artificiales. 

Lo conocí en tiempos precarios, 
cuando nadie aún  había impactado una boca
con otra boca aún más sabia en movimientos,
en acercamientos principales y roces secundarios,
en técnicas ilícitas para dejar un beso y una locura en éxtasis. 

Lo conocí en tiempos precarios, 
cuando nadie aún le había enseñado a decir te amo.

lunes, 22 de julio de 2013

Y si callo

A veces desearía... besar una boca sin problema. Sin problemas....
pero solo me enredo en las ramas de un quizá

sobre un árbol cultivado con promesas pasajeras
sobre la tierra paranóica del enigma y un jamás.

A veces desearía... mirar unos ojos sin problema. Sin problemas...
pero solo me venzo por el fruto prohibido del azar
si pudiera borrar el jamás y escribir un quisiera
si pudiera tan solo desear una vez más.
(...)

K.B.

El silencio se volvió traicionero cuando se buscó cualquier oportunidad para romperlo. Llega un momento en tu vida que te das cuenta que no basta con expresar los dilemas atados desde el fondo de tu ser, que a veces las palabras deben ser ocultas en un mensaje entre líneas tan solo para no desencajar con lo metódica que llega - tan solo a veces - a ser la vida. Y es que quedan veces que tan solo debes ser esclava de tus palabras, mas no de tus pensamientos y es el paso clave para determinar qué realmente sientes. A veces desearía no haberme alejado tanto tiempo de lo tangible, no haberme ofuscado en mi propia trampa, mucho menos no haberme acercado cuando necesité ayuda. Siempre quise resolver las cosas a mi manera, seguir atrapada en las líneas verticales de mis hojas de cuaderno y nunca salir de ahí. Es ahora donde me doy cuenta que atrapé por mucho tiempo mi silencio, que no le deje puerta abierta para que se libere, sin embargo, intenté que encuentre la puerta de escape cuando en realidad necesitaba la puerta de la verdad. Hoy entiendo que muchas veces la última palabra es la más dañina, pero no la más importante y no se debe juzgar ningún acto realizado a medias. Yo en silencio actúo por un tiempo, observo callo y no saco mis propias conclusiones... sino me vuelvo una observadora más, siento que por fin dejé de encajar, que simplemente nunca fui un complemento necesario.Realmente no sé cómo deba sentirme, sin embargo solo trato que mi silencio pueda más que mis impulsos... pero nunca más que yo.

lunes, 17 de junio de 2013

Vuelo de partida




Aunque sientas que te extravias en tu ser
y solo sientas un sabor áspero en tu risa
cuando sientas que vas a caer
no te olvides que existe el suelo: aterriza

Y sientes que no encajas con los demás, que tu sonrisa perdió la forma simétrica de una parábola positiva, que los amigos estorban y los consejos se vuelven reciclables. Que ya no importan las explicaciones ni mucho menos las disculpas, que te arrepientes de no haberlo alejado de tu vida mucho antes, que realmente los sentimientos de amor nunca estuvieron y que de cierta manera todo este tiempo fue en vano. Que no eres la heroína de su vida ni mucho menos su vida. Que simplemente fuiste parte de un capricho mimoso, de una obsesión tormentosa y que todo este tiempo pensaste curar a tu víctima cuando la verdadera lastimada fuiste tú. Entonces, te lamentas haber sido tan ingenua, tan crédula. Gilligan habla sobre la ética en géneros antagónicos y es que por un lado las mujeres tenemos un sentido de justicia reducido, somos más empáticas mientras para los hombres predomina lo que es justo o no para ellos. A todo esto, solo concluyo que finalmente fui juguete de alguien que se sentía superior, por su pseudopoder, entre mentiras como: cambiaré, me equivoqué, yo te saqué de tu hoyo, yo te saqué de tu mundo cuadrangular y deberías ser consciente. Por otro lado, mis sentimientos idiotas de protegerte contra el mal, de sacarte de tus problemas familiares y darte una mano amiga se mezclaron con tus egoísta y baldías intenciones hasta que la historia - tu cuento- por fin se acabó. Entonces... luego te preguntas ¿cómo sanar la hinchazón de tus ojos luego de llorar por toda una noche? Y te das cuenta que de nada sirve aparentar que todo está bien, que no has llorado, que no te sientes impotente porque de qué sirve tratar de bajar la hinchazón de tus ojos si tu alma está herida. Esta vez no fueron las secuelas del amor. Son las secuelas de la realidad que te hicieron ver que debes dejar de ser tan empática, altruista, tan condescendiente con un ser de corazón pobre, manejado por sus convicciones, por sus prioridades. Que sencillamente no vale la pena recibir gritos donde no hay ni siquiera el derecho a reclamo. Por fin me di cuenta que el mundo es tan grande que es imposible que no alcance la gente con sentimientos impulsivos, aquellos que convierten lo que sienten en agresiones directas al corazón. Mientras siga este miedo hacia ti, hacia ese monstruo que alguna vez dijo ser mi fraternal aliado seguiré lamentando tu presencia. Pero, cuando salga de esta sé que habré logrado aterrizar una vez más.