sábado, 31 de agosto de 2013

La noche F.L Bernandez

He aquí unos de mis poemas favoritos, el retrato de las sutilezas noctámbulas desatadas en una noche de piedad, de sinceridad pero jamás de perdón.

La noche

Dulce tarea es contemplarte, noche que me has acompañado sin descanso.
Dulce tarea es contemplarte desde la tierra con los ojos desvelados.
¡Por qué razón me da tristeza la muchedumbre silenciosa de tus astros?
¿Cuán es la causa de mi angustia cuando me pierdo entre tus mundos solitarios?
A la deriva por el cielo, son como buques hace tiempo abandonados.
Van empujados por un viento desconocido hacia países ignorados.
Hasta el fulgor meditabundo que los anima es un fulgor desamparado.
Desde la tierra dolorosa presiento a veces su clamor deseperado.
¿Serán como éste aquellos mundos, noche serena que me llevas de la mano?
Al hombre triste le parecen que son felices, porque siempre están lejanos.

Dulce tarea es contemplarte, noche que me has acompañado desde niño.
¡Con qué impaciencia te esperaban aquellos ojos en la plaza de Retiro!
Mi corazón de pocos años era pequeño, pero estaba pensativo.
Aunque la sangre no se viera, posiblemente ya estuviera un poco herido.
Mis compañeros se marchaban cuando agrandabas el lucero vespertino.
Cuando los otros se alejaban yo me quedaba para verte sin testigos.
Me impresionaba tu silencio; tu poderosa inmensidad me daba frío.
Y sin embargo ya te amaba con una mezcla de temor y de cariño.
Acaso el alma presintiera que su dolor y tu dolorno eran distintos.
¿Ya no te acuerdas de mis ojos, de aquellos ojos empañados sin motivo?

Dulce tarea es contemplarte, noche que me hasacompañado desde siempre.
Cuando las penas me agobiaban, tú me teníascompasión y eras más leve.
Con tus estrellas numerosas ibas contando mis heridas indelebles.
Algunas veces alcanzaban, pero eran pocas tus estrellas otras veces.
Yo te bebía con los ojos como la tierra bebe el agua cuando llueve.
Tenía sed de que me hablaras y me dijeras el secreto de la muerte.
Tú sabes bien por qué se vive, tú sabes bien por qué se goza y se padece.
Pero callabas y callabas, siempre encerrada en tu silencio indiferente.
No sé por qué me aprisionabas entre oscurísimas y altísimas paredes.
En La Calera y en tu sombra la voz del río murmuraba dulcemente.

Dulce tarea es contemplarte, noche que me has acompañado en este mundo.
Lo que esperé toda mi vida vino contigo para siempre en un minuto.
Córdoba entera se apagaba con las campanas temblorosas del crepúsculo.
Mi vida tiene desde entonces el corazón de una mujer como refugio.
En esta lucha despiadada con el espacio y con el tiempo estoy seguro.
Ya no me duele haber nacido y estar muriendo bajo el cielo taciturno. 

Porque el amor omnipotente le da sentido verdadero a lo que sufro.
Dios no se olvida de los hombres, aunque parezca muchas veces ciego y mudo.
Eras oscura como siempre, noche que viste el nacimiento de mi júbilo.
Eras oscura como siempre, pero mi amor te iluminó como ninguno.

Dulce tarea es contemplarte, noche que ahora como ayer estás conmigo.
Y mucho más desde que siento que en otro ser he descubierto mi destino.
Un regocijo sin fronteras al obstinado sufrimiento ha sucedido.
¿Cómo no estar lleno de gozo cuando se sabe la razón de haber nacido?
Por primera vez en este mundo sé que se puede ver la dicha y estar vivo.
Dios ha querido libertarme, Dios ha querido rescatarme del olvido.
Dime que sientes lo que siento, noche que vas eternamente al lado mío.
Dime que sabes y comprendes lo que decimos los que amamos y sufrimos.
Dime que ves, dime que escuchas a las mujeres,a los hombres y a los niños.
Y luego cántame tus cantos hasta dejarme poco a poco adormecido.


( Francisco Luis Bernárdez )





miércoles, 21 de agosto de 2013

Entre la cadena del mal

- Hoy debes cumplir un papel muy peculiar
- ¿Cuál? ¿La que deja su felicidad por buscar la del otro?
- Demasiado altruista
- ¿La que mira en silencio sin poder decir nada para que la situación no se tense?
- Demasiado pasiva
- ¿La que finge estar bien aunque por dentro retumban sus paredes?
- Demasiado para toda tu vida. Hoy te toca ser la mala

Se quedó en silencio porque ya estaba demasiado tensa. Esta vez no tenía que dejar su felicidad para que otro la alcance. Esta vez no debía fingir que todo está bien para no crear disturbios. Porque ella ya no era la víctima. Era la mala...

- No sé si pueda, no sé si pueda...
- Es fácil. Solo goza de la felicidad plena de que tus deseos sean consumados

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La conciencia es nuestra voz interna, capaz de escaparse de nuestro cuerpo para enfrentarnos cara a cara y preguntarnos ¿te llevará a la felicidad? Y efectivamente podemos realizar todo lo que deseamos con tal solo mentalizarlo, de tener un conocimiento interno que nos permita alcanzar y escalar galaxias desconocidas, sin embargo deseables. Pero la felicidad no viene sola... viene acompañada de nefastos, sin embargo importantes, acompañantes que hacen que este mundo sea mejor entre comillas. Aquí viene la ética, los principios básicos para saber que debemos ser felices sin quitarle la felicidad a los demás, sin quitarles los privilegios que requieren para encontrar su bien. Sin embargo, no todos deseamos lo mismo, no lo pensamos ni lo respetamos por eso creamos ambientes bélicos donde el único culpable es esa felicidad: esa felicidad momentánea que ya no te hace propiamente feliz. Siempre políticamente correcta, acostumbrada a lo cuadrangular y a los daños amicales, de pronto te toca representar este papel que tantas veces has escuchado, que tantas veces has analizado, pero nunca pasado. ¿Y qué pasa? ¿que pasa cuando te toca ser la mala?

Nebulosa cruenta cuando ante los ojos de una aglomeración de personas que se enteraron de tu gusto culposo, eres simplemente una mala, de esas malas de telenovelas, ideológica y representativa. Y no dudan de catalogarte en una escala por debajo del promedio de una persona normal, de juzgarte sin piedad y es que tampoco tienen que ponerte en tu posición, ¿o si? Porque tú - en esa situación- hayas pensado en el otro, ellos no tienen porqué pensar en ti. Es ahí donde te das cuenta que tampoco puedes caerle bien a todos y que no todos tienen el derecho de entenderte. Es que todo es tan superficial que entre la delgada línea del ser y el no ser, debes no ser una mala sin  necesariamente ser una buena. ¿Lógico o controversial? Cualquiera que fuese solo puedo acotar una cosa: no se debe juzgar a nadie.

domingo, 11 de agosto de 2013

Precaria huella

Lo conocí en tiempos precarios, 
cuando nadie aún había impactado un par de ojos
con otro par de ojos de mayor efecto visual,
inclusive mayor a los efectos especiales, 
o las luces desprendidas del cielo directamente de los fuegos artificiales. 

Lo conocí en tiempos precarios, 
cuando nadie aún  había impactado una boca
con otra boca aún más sabia en movimientos,
en acercamientos principales y roces secundarios,
en técnicas ilícitas para dejar un beso y una locura en éxtasis. 

Lo conocí en tiempos precarios, 
cuando nadie aún le había enseñado a decir te amo.