sábado, 30 de julio de 2011
Untouchable
miércoles, 20 de julio de 2011
We said good bye with words. I died a hundred times
Mundo Materialista
No volverás
Recibí el último mensaje y dice que
jueves, 14 de julio de 2011
200 discos
Le contó que Alf había presentado su carta de renuncia puesto que consiguió un mejor trabajo. Thom buscó con la mirada a su amigo Alf. Le tenía mucho cariño, Alf siempre lo ayudaba a conseguir los mejores discos de música y por él compró su primer disco cuando tenía seis años. Caminó por los estantes y escuchó una dulce voz muy cerca de él.
-Te puedo ayudar en algo?
-Sí, claro. Estoy buscando el último disco de “American Jones” – le dijo con cierta timidez-
-Ven, ha salido uno en última edición. Te va a encantar.
Ella era hermosa. Tenía un polo blanco con la marca de la tienda, unos rulos perfectos y sueltos y ojos negros y rasgados. Desde ese momento, no dejaban de mirarse.
-Eso es todo?
-Sí, gracias. Mañana vendré por más.
-Esta bien. Toma. –le entregó cinco discos que había pedido- ¿Te los doy en una bolsita?
-No, está bien. Vuelvo mañana.
Quiso comprar los discos que faltan en un solo día, pero pensando bien la situación decidió comprar cierta cantidad cada día. Tan solo para volver a verla.
Llegó a su casa muy contento, muy diferente como había salido. Dejó los discos en su ropero y vio que su colección pronto llegaría a los doscientos. Su mamá lo acompañaba en cada momento, sabía que cada momento podría ser el último. Thom le contó a grandes rasgos que conoció a una chica muy simpática. Su madre, aunque muy celosa por dentro, le dijo que la conozca más y la invite a salir. Él tan solo sonreía, pero escondía un miedo, aquel miedo de no volver a verla nunca más. Entonces, ¿para qué luchar si todo está perdido? Al día siguiente, volvió a ir y así sucesivamente. Con la única diferencia que ahora los discos los cargaba en una bolsa, ya que compraba muchos más en un día. A medida que pasaba el tiempo, la leucemia lo tenía más debilitado y por eso prefirió apresurar más la compra de sus discos. Cada día que pasaba, él se levantaba con ese ánimo de volver a verla. A pesar que le hablaba poco, tan solo bastaba mirarse para sentir una conexión repentina y ,sobretodo, especial.
197 discos
197 discos en su ropero, tan solo faltaban tres. Pasó por la tienda de discos y la vio a lo lejos. Tenía en su bolsillo un pequeño papel y después de 50 minutos de nervios y timidez decidió comprar los dos discos que tenía pensado. Compró los dos discos y se despidió de ella. Se animó a convertir aquel día normal, es un día especial y le dio un beso en el cachete, estaba avergonzado y se pudo rojo de inmediato. Le dejo el papelito y a penas se fue ella lo abrió. “Eres hermosa, ¿sabías? Llámame mañana”. Le dio su número telefónico y ella no esperaba la hora de llamarlo. Thom regresó a su casa y dejo los dos casi últimos discos en su ropero. Vio que tenía muchas bolsas y discos adentros. Tan solo los dejaba en su ropero, no los abría y ni siquiera los sacaba para escucharlos. Sabía que era demasiado tarde para escuchar todas las canciones de sus discos nuevos, asi que solo se limitó a llegar al cien.
199 discos
Tan solo faltaba uno, y lo reservó para el día siguiente, cuando lo llamará y él la invite a salir. Llego el día tan ansiado para ella, y no dudó en llamarlo.
-Buenos días, ¿me podrías pasar con Thom?
-¿De parte?
-Soy Soph, me dio su número ayer. Trabajo en la tienda de discos.
La madre rompió en llanto. Soph no sabía que sucedía
-Soph, lamento informarte esto. Thom se fue para siempre.
La mamá fue directamente hacia el ropero, para ver sus discos y llevarlos al velorio, él lo había pedido así. Los contó uno por uno y abrió las bolsas para sacar los discos. En cada bolsa vio pequeños papelitos rosados doblados y los abrió. “Me llamo Soph, eres muy lindo”, “Me encantan tus ojos”, “Hoy te robé una sonrisa, y es preciosa”. - Cómo le hubiese encantando a ver visto estos papelitos antes que muera- . Contó 199 discos y los llevó al velorio de su hijo. Ahí estaba Soph, dolida y abrazó a su madre. Le entregó el último disco que le faltaba y se despidió por última vez de Thom, guardando en su corazón su presencia, su amor por los discos y sobre todo añorando aquel día que lo iba a ver y quizás entregarle el último beso.
200 discos
"Quizá mañana sea muy tarde para decir lo que sientes. Tan solo demuéstralo".
La verdadera historia: http://www.youtube.com/watch?v=9mq8WN5z92I
lunes, 4 de julio de 2011
Bajo el mismo cielo, mirando el mismo horizonte.
domingo, 3 de julio de 2011
No me enseñaste a pedir perdón ni a perdonar
Me enseñaste a que, a penas me levante de mi cama, tenía que tenderla bonito. Muchas veces escondías mis tres sábanas debajo de mi cama porque me daba pereza arreglar la cubrecama, las sábanas y la colcha. ¿Para qué arreglar si al día siguiente nuevamente va estar desatendida? No me explicaste porqué debía hacerlo, luego me di cuenta que era por cuestión de orden y limpieza, porque se puede dormir mejor si tenemos una cama arreglada, y de paso sacudimos las sábanas por el polvo. Lo que tú no entiendes es que hasta ahora escondo mis sabanas debajo de mi cama.