jueves, 30 de agosto de 2012

Capitulo II


"El tiempo hizo lo suyo, y a la vez yo también con el tiempo. Ya estaba a punto de terminar mi carrera de ingeniería   y todo empezaba a pesar menos. Tuve romances cortos que al final llegaron a ser un fracaso y ya nada me importaba, al fin y al cabo hace ya mucho tiempo había fracasado en eso"


Once meses de relación pura, eso fue lo que ella me dio. Pureza no es solo un concepto relacionado a lo virginal. La pureza en el amor es cuando vives los momentos sin pensar si habrá algo mas allá de eso, mas allá de la pequeña y delgada linea de lo legal e ilegal. Aquella linea que nunca pensé que atravesarías. O que atrevesé. O que atravesamos. 

- Bueno, te lo diré de la mejor manera posible y como suelo acostumbrar
- Responde lo que te pregunte, ¿me quieres?
- Debo confesarte algo
- ¿Confesarme? ¿Que pasa? Tu solías decirme que me querías sin vacilar.. ahora no quieres decirlo
- Ahora te estas dando cuenta de las cosas
- ¿Tu me quieres? 
- Lo acabas de decir

(No pude lograr entenderlo)

Corte el teléfono con una intriga rondando mi mente. Había entendido todo, y a la vez no entendía nada. Era suficiente con saber que ella ya no me quería, era incierto, era una verdad que retumbaba mis oídos, que me dejaba preocupado. ¿Que hice? Y empece a presuponer cosas, y lo único que venia a mi cabeza eran momentos convertidos en recuerdos convertidos en lamentos convertidos en...

- ¿Alo?
- ¿Que quieres?
- Perdóname si hice algo para que ya no me quieras.
- ¿Quieres saber que hiciste?
- Si
- Dejaste de estar en mi pensamiento

(Ahora lo entendí todo)

Los días hicieron lo suyo, y así fueron anexados de rumores que llegaban a mis oídos y terminaban apoderandose de mis noches, las pesadillas me tenían intrigado, cargado, agotado. Mensajes, llamadas, visitas inesperadas y ella no estaba, nunca estuvo. Sabia que algún día me la iba a encontrar en la universidad, y añoraba eso muy en el fondo. Iba a los lugares donde recurría,  averiguaba si estaba estrenando alguna obra y simplemente ella no estaba. Es como si el destino hubiese conspirado en cavar un hoyo y que la tierra se la llevase. Me cansé de esa tirmentosa rutina y un día decidí olvidarla. Hasta que la volví a ver y sabia que decidir olvidarme de ella, es tan utópico como las leyes que están escritas y no se cumplen..

Ahi estaba. Ella tomada de la mano de su profesor de teatro
(Terminé de entenderlo)

Esa imagen me escarapelaba el cuerpo siempre que la tenia presente. Ahora entendía todo, y resulta que el amor de su vida era el teatro y su profesor estaba presente. Sus ensayos, sus lagrimas, sus escenas, su talento, todo, todo me daba vuelta. Mas aun cuando supe que mantenían un  romance secreto. Hasta que deje de sentir algo por ella, dejé de pensar en colores, en estupideces, para sentir otra llama que me quemaba el cuerpo: odio. La odié con todos mis sentidos.

El tiempo hizo lo suyo, y a la vez yo también con el tiempo. Ya estaba a punto de terminar mi carrera de ingeniería  y todo empezaba a pesar menos. Tuve romances cortos que al final llegaron a ser un fracaso y ya nada me importaba, al fin y al cabo hace ya mucho tiempo había fracasado en eso. Hice una gran amiga que se volvió como mi hermana. Sentí que la conocí en un momento preciso de declive de mi estado emocional. Logre reconstruirme a su lado, luego de tantas caídas el suelo ya no me parecía tan aburrido. Conseguí un trabajo, estaba a un año de recibirme profesionalmente, la vida estaba dando un giro extraordinario y me tocó beneficiarme de eso. Todo era mas claro ahora, entendí que de las caídas uno aprende. Pero nunca supe que mi lección, aún no estaba aprendida..

- ¿Alo?
- ¿Si?
- ¿No me reconoces?

era su voz gruesa, era ella, un nudo en la garganta, el recuerdo de una lagrima a medio salir, las noches de verano, y rojo, azul, amarillo y el verde de su lazo, y la hoja de otoño apunto de caerse, y el arbol talado, y el jardín sin pasto... y las mismas estupideces de antes

- Hace cuanto tiempo 
- Si, bueno solo quería ser breve. ¿El sábado tienes algo que hacer?
- Bueno, no al parecer.
- Considero que has sido una persona especial y quería invitarte a la Iglesia de la calle Patriotas a las 6:00. Será mi boda. Me gustaría que estés presente 
- Claro, estaré ahí.

Cla-ro-es-ta-re-a-hi-cla-ro-es-ta-re-a-hi... ¿ahí estaré?... ahí estaré

- ¿Mabe?
- Si, dime
- 6:00 en punto mañana. Necesito verte

Ese sábado lleve a la fuerza a mi mejor amiga. Salía de trabajar y estaba en terno, totalmente formal para este evento. La llevé al bar, compre una caja de cervezas las cuales solo recuerdo haberme tomado once, porque a partir de la once no recuerdo más. Mabe no tomaba, por eso la amaba tanto porque ella solo me escuchaba. No hubo lagrimas a medio salir, hubo una bomba que estalló dentro de mi corazón. Estallaron las lagrimas disparadas a mis mejillas, Mabe me escuchaba con pena, sus ojos reflejaban dolor y cualquier que me hubiese visto solo sentiría pena.

- Mabe.. no me mires asi. Estoy bien ¿no ves? Toma mi corbata, te la obsequio. No me la devuelvas, por favor, porque me puedo ahorcar. Ya no quiero lastimarme ¿sabes? solo quiero...

No sabía que quería. No sabía que buscaba. Pedí una caja más.

(Nuevamente deje de entender todo)

(...)

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