Querido 2012:
Un gusto haber presenciado estas 365 mañanas y noches a tu lado. Gracias por los lunes de buenas vibras, los martes de risas, de encuentros con amigas, de mensajes inesperados, de llamadas a distancia, los miércoles de noviazgo, de charlas en bancas, de poemas en mi billetera y sorpresas, los jueves de aprendizaje, de tristeza, de anhelo pacífico consumado, los viernes de liberación, de superación, de descanso por las amanecidas académicas-universitarias , los sábados de encuentro, liderazgo cristiano y espiritual con mis chicos del colegio, luego cinco horas de danza folcrorica y disfrute por mi país y por los domingos familiares.
Bienvenido 2013:
No más arrepentimientos. Permiteme aprender del 2012, del 2011, del 2010. Dame vida, dame días, cuando quieras entregame un amor. Aún seguiré enfocada en mis estudios. No me des la espalda, tampoco te la daré. Permiteme ser feliz, aunque sea a mi manera.
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